Cualquier estructura empresarial está formada por varios departamentos organizados entre si, para la consecución de un objetivo común; beneficio.

Esos departamentos habitualmente se disponen de manera vertical u horizontal; dependiendo de cada organización y el número de empleados que la compongan. La palabra clave es Vender; las empresas venden, artículos tangibles o intangibles (servicios) para sus clientes; y todo el proceso de gestión de una empresa va destinado a la obtención de ventas. Para ello, se deben utilizar al máximo todos los recursos de los que disponen; la dirección aporta ideas, el departamento financiero prevé los recursos económicos, el departamento comercial potencia las ventas, el departamento de marketing le pone la cara bonita al producto y el departamento post venta fideliza al cliente. Existen más departamentos asociados a las empresas; pero como he afirmado anteriormente dependen de tamaño de dichas sociedades. Para hacer una similitud con respecto a las personas, nos es suficiente.

En una de mis primeras entrevistas de trabajo, me di cuenta que cuando hablaba con el entrevistador no hacía otra cosa que “venderme”, él me hacía preguntas y yo le contestaba intentando sacar lo mejor de mi mismo para que me “comprara”.

Desde aquel momento siempre he pensado que los seres humanos somos empresas y que según nos gestionemos y rindamos; así será el beneficio resultante al cabo del tiempo. Ya no solo en entrevistas de trabajo, sino en todo lo que hacemos. Desde que nos levantamos hasta que nos…