Los imprevistos dejan de ser imprevistos si se está preparado para lo que no sabemos que puede venir. (sí, está bien redactado)
Diferentes situaciones en la vida hacen que el rumbo laboral, previsto inicialmente, nada tenga que ver con el panorama actual. Circunstancias como el desempleo, cambio de actividad laboral porque ese puesto de trabajo ya no existe, cambio de carrera laboral, escasa oferta de vacantes para esos puestos para el que se ha formado, situación económica deprimida y otros dificultan o demoran la (re)inserción en el mercado laboral o no queda otra, que emprender y no digo una empresa física sino convertirte, vos mismo, en tu empresa.
Se tiende a pensar que la solución tiene que venir desde afuera y muchas veces, esa solución no solo que no llega desde afuera sino que ¡está dentro de uno mismo!
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