Resulta paradójico que contando con un excedente de profesionales disponibles se pueda tener, a simultáneo, la percepción de la existencia de una carestía de talento.
De nada sirve “valer” si no se acierta a comunicarlo ante el supuesto de tener encontrar una oportunidad para emplearse o para crecer profesionalmente. La empleabilidad no es un concepto estático, es una cualidad cambiante, sujeta a nuevas prácticas y tendencias y dependiente de novedosos escenarios que requieren desarrollar otras habilidades, lo que está en la mano de cada uno conseguir, ya sea por cuenta propia o ajena.