Y para finalizar, vuelvo a poner la cabeza en las estrellas ¿sería posible llegar a encontrar ofertas de entidades, empresas, profesionales que publicaran: “Buscamos personas que se ilusionen con nuestro proyecto, que lo sientan como propio, y que quieran contribuir a la misión y al sentido compartido de nuestra actividad. Hemos pensado en ti. ¿Nos gustaría contar contigo”?
¿Cómo te sonaría que una persona que conoces que está en desempleo te dijera que no está buscando “un trabajo”? Imagino que lo interpretarías de manera literal según la ecuación: no tiene un trabajo + no busca un trabajo = no encuentra un trabajo.
A donde quiero llegar es al significado de la palabra trabajo. En este caso, la afirmación “no busco un trabajo”, poniendo el acento o énfasis en “un”, iría más allá:” No busco cualquier trabajo; quiero tener la capacidad de elegir lo que tiene sentido para mí”. Y surgen dos palabras de un calado profundo: elegir y sentido.
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Esto se refleja en la conocida historia de Dos hombres están golpeando rocas con un martillo: Al primero le preguntan: “¿Para qué haces esto? Y él responde: “Para ganar mi jornal. Es lo que me han pedido que haga”. Y el segundo contesta: “Para construir una…
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