La entrevista telefónica es una fase que permite un intercambio de ideas rápido, en el cuál no van a tener en cuenta ni nuestra apariencia ni nuestro lenguaje corporal, pero en la que sí que tendrán en cuenta otra serie de factores – como hemos ido comentando. Además, es el momento de preguntar cualquier duda que nos haya surgido o bien a raíz de esta conversación, o bien debido a lo descrito en la oferta o visto en la web, para que ambas partes puedan contar con la mayor información posible sobre la otra.