Dedícate tiempo a ti mismo. No hay mejor inversión que invertir en uno mismo…
“Había un leñador que se agotaba malgastando su tiempo y sus energías en cortar madera con un hacha embotada, porque no tenía tiempo, según él, para detenerse a afilar la hoja.”
—Anthony de Mello, La oración de la rana
Vivimos por lo general tan absorbidos por el trabajo y por la vorágine del día a día que no hay cosa que descuidemos tanto como a nosotros mismos. Todo lo hacemos con prisas, atropelladamente, sin detenernos a disfrutar de lo que hacemos porque ya estamos pensando en la siguiente tarea que debemos acometer. De vez en cuando te conviene pisar el freno, apartarte del barullo y reservar tiempo de calidad para ti.
Poseer la claridad mental para continuar aportando ideas valiosas y frescas en cada presentación exige buscar inspiración en todo tipo de fuentes en las que normalmente no reparas
Para ser mejor profesional a veces debes apartarte de tu profesión
Ver la entrada original 381 palabras más