Contemplando este video advierto lo que es disfrutar y pasárselo bien trabajando … aunque, como ya apuntaba Confucio, “Trabaja en lo que te gusta y nunca tendrás que trabajar” o, mejor, Vive VIVIENDO y nunca estarás pres@ … ¡NUNCA!.
Sólo nosotros tenemos la llave que abre esa puerta imaginaria … ¿O real? ¿Cuál creéis que era su cárcel? ¿Él? ¿Su trabajo? ¿Su jefe? ¿Abriría esa puerta? ¿Abrimos la puerta?
Saludos,
Agustí Brañas
La sonrisa es el libro del corazón.
Recuerdo, hace unos meses, un vuelo Barcelona – Madrid. En el mismo, tuve oportunidad <permitirme el eufemismo> de “gozar” de un viajero tóxico. Al principio, me hizo gracia y lo encontré hasta divertido. Cuando ya estaba a la altura de Tarragona, empezaba a estar cansado. A la altura de Zaragoza, ya había pulsado el interruptor para pedir un gelocatil a un amable TCP pues, mi cabeza, estaba a punto de estallar del dolor que me había provocado semejante individuo.
No hace falta decir que su conversación –por llamarla de alguna manera- versaba sobre lo “quemado” que estaba y sobre lo que “opinaba” de su jefe. Él estaba preso en una cárcel.
Este hecho –por desgracia, más habitual de lo que nos creemos- me hizo reflexionar: ¿Qué es la libertad? ¿Un sueño? ¿Una barrera? ¿Una ilusión? ¿Una utopía? ¿Una emoción? ¿Una alegría? ¿Un despertar? ¿Una prisión? ¿Una alquimia? Libertad…
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