Y aquí es donde está el plan B, tu “PLAN” para cuando nada te motiva, o nada te inspira, o si las vueltas de la noria te han hecho perder la visión de tus objetivos. El plan B nunca será un paracaídas que te facilitará un cómodo aterrizaje, el golpe te lo vas a llevar sí o sí. Tanto si te quedas en la noria, como si te arrojas fuera de ella, el dolor “psicológico” está ahí esperando pasarnos la factura por querer ser mejores y crecer. Pero debemos recordar que el dolor de quedarse en la noria, es una agonía que nunca termina.
En todo laberinto siempre hay una salida. Es cierto, cuando todo parece perdido y estamos a punto de quemar las naves, si tan solo nos bajaramos un instante del mundo, nos daríamos cuenta que todavía nos queda un conejo en la chistera, o un as en la manga si así lo prefieres. Y es más, me atrevo a decir que no solamente hay una salida del laberinto en el que te encuentres, te diré que hay dos. La salida por una parte y por otra la entrada por la que te metiste en la situación en la que estés. No siempre retroceder y volver al principio es de cobardes, por mucho que lo diga aquel que no está en tu pellejo. Es muy loable comenzar de nuevo, iniciar un nuevo camino para conseguir tu felicidad. Mucho se ha hablado de dar vueltas en la noria, de saltar en…
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