Menos mal que hay personas constructivas como Stricto, que nos regala esta fabulosa bomba de motivación: No tan pavadas. Es difícil ser independiente pero es más digno que estar lloriqueando en los rincones, esperando que el Estado benefactor te dé empleo o que alguien te contrate para ablandarle los zapatos. Que hay monopolios, si hay pero no de creatividad, entusiasmo, alegría de vivir luchando en contra del infortunio. La valentía no se compra.
No puedo evitar reflexionar y opinar sobre el artículo de La muerte del curriculum vitae que salió publicado el 24 de octubre en la página de El País. El artículo me parece muy bueno y que aporta contenidos a tener en cuenta, mi reflexión no va por ahí, si no acerca de los comentarios posteriores de los diversos lectores, y es que si no lo digo exploto: leyéndolos sentí en algún caso pena, vergüenza ajena y mucha rabia.
El anonimato de la web nos permite a todos verter nuestras opiniones, incluidas las más oscuras y retorcidas sin ningún tipo de miramiento, y hay veces que me da enorme tristeza ver que congéneres míos explotan de rabia y desprecio, menospreciando sin ningún tipo de respeto ni consideración artículos y opiniones de otras personas. En este caso en concreto me dolía especialmente el desdén que desprendían algunos de los comentarios …
Ver la entrada original 310 palabras más