Si hay algo que me encuentro con frecuencia en Coaching es que parece como si a las personas nos costase decir lo que queremos.
Tenemos muy claro lo que no queremos, pero cuando les suelo preguntar qué es lo que quieren suelen constestarme con vaguedades y excusas.
Hace varias semanas estuve orientando a una persona con respecto a un cambio profesional que quería hacer.
Tenía bastantes dudas de cómo reorientar su carrera profesional.
Se encontraba en una encrucijada entre dos opciones: seguir su carrerra profesional tal cual la había estado desarrollando hasta ahora, o por el contrario reorientarla hacia un camino diferente.
De las conversaciones que mantuvimos, me llamaron la atención varias cosas:
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