Con el tiempo comencé a hacer de Papá Nöel y en ese momento descubrí que sí existía, que era de verdad.
Mirando el lado alegre de la comunicación
«La magia de la Navidad es la magia de las personas»
¡¡Felicidades a todos los Papa Nöeles del mundo!! Porque seguro que un pequeño detalle ha servido para sacar sonrisas a la gente que queremos. Esa es la magia de la Navidad.
Recuerdo que hubo un tiempo en el que creía que existía Papá Nöel y me levantaba el día 25 a ver si había pasado por casa: «¡Sí, bien! ¡El barco pirata de Playmobil! ¡Se acordó!»(Yo había cumplido mi parte del contrato de portarme bien, claro). Luego descubrí que no existía Papá Nöel, que no te traía lo que pedías, sino que eran tus padres y hacían lo que podían ¿Por qué? Porque te ilusionabas ese día. Con el tiempo comencé a hacer de Papá Nöel y en ese momento descubrí que sí existía, que era de verdad. Que ser Papá Nöel es ser uno mismo haciendo algo…
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