Dentro de las posibilidades que ofrece Internet para favorecer la formación y el conocimiento no se puede obviar el OpenCourseWare (OCW) del que es pionero el Instituto Tecnológico de Masachussets (MIT), que permite que los “materiales de los cursos del MIT que se utilizan en la enseñanza estén disponibles casi en su totalidad de forma gratuita para cualquier usuario de cualquier parte del mundo”, según explica Yvonne Ng, External Outreach and Annual Giving Manager de MIT OCW, quien añade que con el OCW, que el MIT impulsó en 2003, los educadores en Estados Unidos y en los países avanzados utilizan los materiales para el desarrollo del currículo, mientras que los estudiantes y autodidactas en todo el mundo aprovechan los materiales para el autoaprendizaje o como complemento”.
De hecho, hoy en día, con más de 2.100 cursos disponibles en la actualidad, 2.122 planes de estudio, más de 17.500 apuntes, más de 1.000 exámenes y más de 700 proyectos, “el OCW está cumpliendo la promesa de compartir abiertamente el conocimiento”, apostilla la representante del MIT, quien asevera que son recursos consultados y utilizados por más de 104 millones de visitantes.
Su importancia y utilización está creciendo porque el “OCW es un recurso sólido y libre para cualquier persona interesada en la exploración de temas fuera de su campo profesional, la revisión de conceptos básicos de su profesión o mantenerse al día sobre los últimos acontecimientos relacionados con su actividad profesional. Además, es muy útil para las personas que se están preparando para su futuro a través de estudios reglados o que tienen curiosidad por aprender un tema que nunca han tenido la oportunidad de aprender”.
Aparte, la ventaja del OCW es la cantidad de diferentes materias y programas educativos disponibles que proceden de los 33 departamentos académicos del MIT, ya que se pueden encontrar cursos de nivel de grado y postgrado de temas que comprenden Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Humanidades y Arte, entre otras opciones, aparte de estar disponibles diferentescursos específicos que han sido diseñados para estudiantes que tienen pocos recursos disponibles como el OCW Scholar que contiene cursos más completos con materiales reutilizados en las aulas del MIT, incluyéndose contenidos sobre Biología, Cerebro y Ciencias Cognitivas, Química, Economía, Ingeniería Eléctrica, Ciencias de la Computación, Matemáticas y Física, entre otras.
A las ventajas de esa disposición de contenidos, que contrarresta el inconveniente de no acceder a títulos o certificados, se suman otros beneficios del OCW como el acceso a contenidos educativos del MITsin ningún coste o a vídeos y otros recursos que se distribuyen a través de iTunesU o YouTube. Otro punto a favor del OCW es que el material está traducido a seis idiomas, incluido el español.
Por ello, el OCW se ha ido extendiendo por todo el mundo, creándose redes de OCW dentro de las que hay participación de organizaciones españolas como Universia que ha lanzado este sistema en España junto con la Universidad Politécnica de Madrid para ofrecer diferentes conocimientos sobre numerosas materias como Álgebra, Paleontología, Psicobiología, Lingüística Indoeuropea, Genética o Tecnología de los Alimentos, entre otras muchas materias en las que se trabaja con materiales procedentes de alrededor de 47 universidades españolas como la Fundación Universitaria San Pablo CEU, IE Universidad,UNED, la Universidad del País Vasco o la Universidad de Zaragoza.
La red aún va más allá y permite también acceder a los recursos OCW de Portugal, con una universidad, e Iberoamérica con alrededor de 69 universidades como la Universidad Interamericana, Universidad Nacional de Córdoba, la Universidad de Monterrey, Universidad de Venezuela o la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Igualmente se puede acceder a losrecursos OCW de universidades de otros países como Francia, Reino Unido, Japón, India, China, Arabia Saudí, Austria, Sudáfrica, Canadá o Estados Unidos, entre otras opciones y dentro de las que se encuentran universidades prestigiosas a nivel mundial como el Harvard Law School Berkman Center o Utah State University.
Bibliotecas virtuales
Otra de las posibilidades que ofrece Internet para acceder al conocimiento la conforman las bibliotecas virtuales o digitales en las que se ofrecen diferentes recursos de información que están disponibles en diferentes formatos como pdf o doc, entre otros, y que se pueden consultar a través de la red.
Son numerosas las diversas bibliotecas virtuales o digitales, pero cabe destacar principalmente el denominado Proyecto Gutenberg, iniciativa que fue impulsada en el año 1971 por Michael Hart con el objetivo de crear una biblioteca de libros electrónicos gratuitos que ya existían físicamente y que pueden consultarse a través de Internet, teniendo el internauta a su disposición obras y textos que son de dominio público o que no tienen derechos de autor o bien porque han expirado ya, aunque también se puede acceder a textos con derechos de autor, pero que cuentan con la autorización de sus escritores o autores. En total se ofrecen más de 40.000 títulos que se distribuyen gratuitamente de diferentes materias.
Una de las más populares e importantes es también la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes en la que se ofrecen diferentes documentos de áreas como la literatura española, contabilizándose más de miles de obras digitales de diversos géneros literarios y de la historia de la literatura como novela, teatro o poesía de la Biblioteca Nacional de España, de la Real Academia de la Lengua y de otras academias, aparte de bibliotecas nacionales de América y algunas editoriales.
Además de este apartado, esta biblioteca virtual dispone de otras secciones que están relacionadas con la Biblioteca Americana, la Biblioteca Joan Lluís Vives, la Biblioteca de Signos, Letras Galegas, Literatura Infantil y Juvenil e Historia, apartado este último en el que, por ejemplo, se han integrado portales específicos sobre Arqueología, Historia Antigua, Edad Media y la Historia Moderna y Contemporánea dentro de la que, a su vez, se dispone de documentos e información sobre Isabel la Católica, la Constitución de Cádiz o Cristóbal Colón, entre otros. Otro de los apartados se centra en la Lengua con textos lingüísticos como obras filológicas que han contribuido a que a lo largo de los años se haya convertido en la lengua castellana el antiguo dialecto de Castilla.
Dentro de las bibliotecas virtuales también se encuentra la Ciberoteca, que nació dentro del proyecto de la Obra Social Bancaja y a través de la que hoy en día se puede acceder aenlaces directos de obras digitalizadas de diferente temática, pudiendo consultar textos o documentos literarios, técnicos o científicos, aparte de participar de forma activa tanto estudiantes como profesores o internautas en general para difundir la cultura o compartir experiencias o conocimiento a través de secciones como el foro, entre otras de las posibilidades que ofrece.
Igualmente destacable es la Biblioteca Virtual de Patrimonio Bibliográfico en la que se encuentran reproducciones facsímiles digitales de colecciones que conforman el patrimonio bibliográfico español y a las que se van sumando otros materiales que se van recuperando como las procedentes de los monasterios de Santa María de Huerta, Poblet o Santes Creus, entre otros, así como laBiblioteca Virtual de Prensa Histórica, que es también dependiente del Ministerio de Cultura del Gobierno de España y en la que hay disponibles alrededor de 2.000 cabeceras y casi cinco millones de páginas de 145 localidades en las que se imprimió prensa.
Internet deja aún más posibilidades para acceder al conocimiento a través de las bibliotecas virtuales como Gallica Bibliothèque Numèrique, que está disponible en varios idiomas como francés, inglés, portugués y alemán, pudiendo ver en ella desde manuscritos literarios a partituras de música, prensa, fotografías o mapas; la Bibliotheca Augustana con obras de literatura y de arte de culturas como la griega, la italiana, francesa, polaca, rusa e hispánica, entre otras; la Biblioteca Foral de Bizkaia a través de la que se ofrece a todo el mundo los fondos digitalizados de este centro, o la Biblioteca Electrónica Cristiana con áreas de conocimiento relacionadas con el Magisterio, Filosofía, Ciencia y Técnica, Teología, Nueva Evangelización y Humanidades, pero manteniendo la vinculación con la religión.
Otra opción es la Biblioteca Virtual del Humanismo Español en la que se accede a información sobre humanistas españoles de los siglos XV, XVI y XVII, pudiendo tener también a disposición otras bibliotecas como la Biblioteca Virtual Joan Lluís Vives que toma el nombre de ese humanista y a través de la que se ofrecen obras de diferentes áreas como Generalidades, Ciencia, Documentación, Biblioteconomía, Psicología, Teología, Matemáticas, Ciencias Naturales, Geografía o Medicina, entre otras muchas.
Dentro del listado de las principales bibliotecas virtuales tampoco se pueden obviar la Biblioteca Virtual Universal con espacios dedicados al Arte, la Literatura o la Técnica y áreas específicas para jóvenes, teniendo también disponible una biblioteca educativa para Primaria, Secundaria y Universidad e, incluso, para docentes; la Biblioteca Valenciana Digital que difunde el patrimonio bibliográfico de la Comunidad Valenciana; la Biblioteca Nacional de Portugal en la que se hallan obras, principalmente, de la cultura de este país o la Biblioteca Saavedra Fajardo sobre el pensamiento político hispánico.
Pero no sólo las instituciones o entidades financieras a través de sus obras sociales han puesto en marcha bibliotecas virtuales. Las universidades también se han sumado a esta opción para abrir el conocimiento. Y entre ellas se halla la de la Universidad de Granada con la posibilidad de acceder también a libros, revistas, diccionarios y enciclopedias; la de la Universidad de Barcelona con acceso incluso a prensa; la Universidad de Sevilla en la que se pueden consultar incluso las tesis o la Universidad de Valencia para libros, revistas, películas o fondos antiguos, entre otras posibilidades.
Son una muestra de los muchos recursos que ofrece Internet para aprender y formarse y que merece la pena tener en cuenta por su utilidad y el conocimiento al que se puede acceder desde cualquier parte del mundo.