¿Alguna vez os habéis planteado qué hay que exigirle a la formación on-line para que sea de calidad? ¡Te damos algunas guías de lo que es imprescindible!
- Ayuda a la hora de definir los objetivos y que estos sean acordes con el contenido y la metodología de la formación que se va a impartir.
- Flexibilidad horaria: la mayoría de la gente que realiza cursos online, no dispone del tiempo suficiente como para tener una rutina diaria obligatoria que les condicione a asistir a un curso presencial. Por eso es esencial para el alumno a la hora de contratar el
curso, que le ofrezca cierta flexibilidad en el acceso; principalmente la libertad horaria.
- Que los contenidos y la bibliografía estén actualizados. Un curso de idiomas por ejemplo, es difícil que se quede obsoleto; ya que no suelen introducirse novedades en las diferentes lenguas. Sin embargo, con la (r)evolución de las nuevas tecnologías, los cursos que tienen como base principal internet, los social media, etc. tienen que estar en constante actualización para no quedarse atrás.
- Erradicar en la medida de lo posible los problemas técnicos; que los enlaces funcionen y lleven a donde deban llevar que los vídeos se reproduzcan y los audios se escuchen. Cuantos más problemas técnicos se encuentren los alumnos, menos predisposición positiva tendrán para seguir el curso.
- Que la temática vaya organizada de lo general a lo particular, y que se tenga en cuenta la posibilidad de alumnos que partan completamente desde cero. También importantísimo mantener el hilo del curso, no saltar de un tema a otro y que los ejercicios se correspondan con la teoría explicada.
- Learning by doing: aprender haciendo. Los alumnos cada vez demandan más experiencias prácticas. Por este motivo es esencial que el curso cuente con simuladores reales que permitan ejecutar prácticas que hagan sentir al alumno que realmente está aprendiendo y aplicando lo que le ha sido explicado de manera teórica.
- Aplicar buenas técnicas de evaluación. Para el estudiante es muy importante saber que se está evaluado correctamente su esfuerzo. Por eso, además de los test y ejercicios auto corregibles también debe participar el tutor mediante la observación activa de las prácticas que vaya realizando el alumno.
- En este punto llega la cuestión más importante según nuestra experiencia: la tutoría. Es indispensable que el tutor tenga presencia activa en la formación. Al alumno no le resulta suficiente un “vas bien, sigue así” sino que necesita que el tutor le aporte algo más. Cualquier implicación: crítica, alabanza, regaño o consejo le vale más al alumno que un silencio. Evidentemente resulta impensable dejar un correo sin contestar, tardar excesivamente en hacerlo o no ofrecer al alumno la respuesta que necesite.
- El curso debe ofrecer un diploma final para que el alumno tenga la certeza de que lo que ha estudiado tiene alguna validez y pueda incluirlo en el currículum.
- Es necesario hacer un seguimiento post formación para comprobar que el alumno ha conseguido los objetivos definidos antes de comenzarla
¿Se os ocurre algún factor más que os resulte indispensable a la hora de elegir un curso?